Frida nació en 1907 en México, pero como le gustaba proclamarse una hija de la revolución, decía que había nacido en 1910. Su padre fue Guillermo Kahlo, descendiente de judíos húngaros; nació en Alemania.
Su vida ha estado marcada por una gran
tragedia, contrajo la polio a los seis años, esta primera enfermedad le
dejó una secuela permanente: la pierna derecha mucho más delgada que la
izquierda.
En 1922 entró en la Escuela Nacional
Preparatoria de Ciudad de México y fue precisamente en esta escuela
donde entraría en contacto con su futuro marido, el conocido muralista
mexicano Diego Rivera, a quien le había sido encargado pintar un mural
en el auditorio de la escuela.
Ya habiendo superado esta deficiencia y
cuando tenía unos 18 años de edad, fue cuando el autobús en el que
viajaba se estrelló contra un tranvía. Sufrió fracturas múltiples y una barra de hierro atravesada por entrar en la cintura y sale por la vagina.
Debido a este último hecho tuvo que ser
intervenida quirúrgicamente varias veces y pasó gran parte de su tiempo
pintando en la cama. Durante su tiempo de convalecencia, la madre le
colgaba un espejo sobre la cama y Frida siempre se pintaba a si misma: “Me pinto porque estoy a menudo sola y porque soy el tema que mejor conozco.”
Tras su recuperación, que le devolvió la
capacidad de caminar, una amiga íntima la introdujo en los ambientes
artísticos de México donde se encontraban, entre otros, la conocida
fotógrafa, artista y comunista Tina Modotti y Diego Rivera. Frida
admiraba a ambos, al artista y al hombre y quería su opinión acerca de
su arte. Rivera estaba muy impresionado y la animó a continuar con su
trabajo.
En agosto de 1929, cuando Diego tenía 42
años y Frida veinte menos, deciden unirse en matrimonio, la madre de
Frida se horroriza y se niega a asistir a la boda, pues para ella su
hija iba a casarse con un gordo comunista y ateo, varias veces divorciado y que le doblaba la edad.
Pero él, que ya es rico, logra
neutralizar esa oposición pagando la hipotea que pesa sobre la casa de
la familia en Coyoacán. Además, organiza una bulliciosa e inolvidable
fiesta en la que no falta nada: el escándalo armado por su ex-mujer,
llantos, borracheras y hasta tiros. Frida escribiría más adelante: «Sufrí dos grandes accidentes durante mi vida. Uno en el cual un vehículo me atropelló. El otro accidente es Diego».
Esposos, camaradas y amantes, pintores de
contraste, juntos y opuestos, ella sobre la silla de ruedas, él desde
el andamio con, fueron desde ese momento dos espacios contrapuestos del
arte mexicano: la introspectiva y el extrovertido, «la paloma y el elefante», como los llamaron sus contemporáneos.
El clima político del país se tornaba
progresivamente más inhóspito para los simpatizantes de la izquierda y
el programa de pinturas murales que exaltaban la Revolución fue
suspendido. Pero la fama de Rivera en los Estados Unidos crecía y la
pareja fue a Nueva York para participar en una retrospectiva de su
pintura, 6rganizada por el Museo de Arte Moderno. En esta etapa Frida
era considerada sólo como su encantadora y algo exótica que acompañaba
al famoso muralista El Museo de Detroit encargó una serie de murales y
allí Frida sufrió un aborto.
Se trasladaron después a Nueva York porque Diego fue contratado para realizar un mural paraa el Rockefeller Center.
La obra, aún sin terminar originó un enorme escándalo por la
insistencia del pintor en incluir un retrato de Lenín y finalmente fue
destruida.
Retornan a México en 1935. La convivencia
entre los dos artistas no es para nada plácida. Ambos se aman y se
apoyan mutuamente, pero, autodefinidos como librepensadores, huyen de
cualquier convencionalismo. Frida acepta los romances más o menos
públicos de Diego, hasta que éste entabla uno con Cristina, la hermana
menor de ella. La pintora se enfurece. Es entonces cuando inicia una
larga secuencia de amores con hombres y mujeres famosos.
Se dice que Rivera toleraba mejor sus
relaciones homosexuales y que los hombres que se acercaban a Frida lo
ponían violentamente celoso. Frida con su misterio y su belleza ambigua,
era una las más seductoras del momento. Tenia una mirada penetrante,
boca carnosa y ojos inesperadamente dulces bajo unas cejas agresivas
Cuidaba con esmero su aspecto: se vestía con los trajes típicos de las
indias tehuanas, de faldas largas y enaguas ribeteadas puntillas. Para
adornarse usaba collares, anillos y aretes de diseño precolombino y
trenzaba sus cabellos sujetándolos con plumas y todo lo que tuviera a
mano. Había diseñado su propio personaje. En vez de ocultar sus
imperfecciones, las destacaba, desafiante. Por eso, en sus autorretratos
el bozo que cubría su labio superior aparece exagerado.
Su vida
con su marido siempre ha sido muy tumultuosa. Diego y Frida tenía muchos
amantes no volver, las traiciones compensado el marido con los amantes
de ambos sexos. El dolor más grande de Frida fue la imposibilidad de no
tener hijos (aunque más de una vez embarazadas, las secuelas del
accidente hizo imposible llevar un embarazo a término), lo que puso de
manifiesto en muchas de sus pinturas.
El líder revolucionario ruso León
Trotsky, asilado en México en 1937, fue uno de sus más controvertidos
amores. A su llegada, Trotsky y su mujer se alojarol2en casa de los
Rivera, y allí surgió un breve romance entre la pintora y el viejo y aún
gallardo revolucionario. Es probable que a Frida la moviese más la
admiración que la atracción erótica; y también, en el afán de darle
celos a Rivera con el hombre que en ese momento él más respetaba. La
aventura no sólo creó fuertes tensiones en la convivencia de las dos
parejas, sino que inquietó sobremanera a todos los colaboradores
cercanos de Trotsky.
Cualquier escándalo podía poner en juego
su prestigio internacional. Pero el ruso, enamorado como un adolescente,
no escuchaba a nadie; y fue Frida la que finalmente se cansó de la
relación. Él le siguió escribiendo apasionadas cartas, que ella nunca
contestó, y todo terminó con la mudanza de los huéspedes y el violento
alejamiento de Rivera y su esposa del trotskismo. Pero ese amante
célebre no fue el único, ni mucho menos: antes y después de Trotsky el
nombre de Frida aparece ligado a actrices como Maria Félix, Dolores
del Río, Paulette Goddard, pintoras como Georgia O’Keeffe y Emmy Lou
Packard, asistente de Diego; además del fotógrafo Nickolas Muray, el
gran escultor Isamu Noguehi, el joven galerista Julien Levy y otros.
Algunas amantes lo fueron también de
Diego Rivera, a veces simultáneamente. Los escandalizados mexicanos
murmuraban que Frida le quitaba las mujeres a su marido. Ella no se
preocupaba demasiado por lo que dijeran de sus amores. Seguía viviendo; y
sobre todo, seguía trabajando.
En Enero de 1939 Frida viajó sola a París
para una exposición de su trabajo, patrocinada por André Breton. A
pesar de su limitado éxito en París, recibió comentarios favorables de
los críticos. Una pintura de su exposición en París, “Autorretrato – El
Marco ” se convirtió en la primera obra de un artista mexicano del siglo
XX adquirida por el Museo del Louvre.
En 1949 su pie derecho, afectado por la poliomielitis que sufrió de pequeña, se puso peor. Diego estaba allí para apoyarla. Le prepararon una exposición individual en 1953 y ella asistió, aunque tumbada en una gran cama que llevaron a la galería. También fue el año en que le amputaron la pierna por debajo de la rodilla. Trató de suicidarse al año siguiente. «Ahora quiero a Diego más que nunca, el día que Diego se muera, yo también me moriré con él, no pienso vivir sin él porque Diego es todo para mí», escribió.
Las últimas palabras de Frida escritas en su diario fueron «espero que la ausencia sea alegre y espero nunca regresar».
Él volvió a casarse al año de la muerte de ella con la marchante Emma Hurtado. Murió en 1957 de una crisis cardíaca. (Fuente Consultada: 99 Amores de la Historia de Alicia Misrahi)
La relación con Diego es cada día más
tormentosa. A comienzos de 1940, la pareja se divorcia, aunque continúa
apareciendo juntos en público. En mayo, cuando se produce el primer
intento de asesinato de Trotsky, Rivera se refugia en San Francisco,
Estados Unidos, huyendo de los rumores que lo implican: se dice que
prestó el camión en el que se trasladaron los agresores, pero nunca fue
probado; más tarde se atribuyó esta colaboración a su amigo, el
muralista David Siqueiros. Lo que es sabido es que a las diferencias
personales entre él y el ruso ahora suman otras mas hondas, de tipo
político.
En una tarde de verano Trosky finalmente
muere asesinado por el estalinista Ramón Mercader, que pasaría veinte
años en una cárcel de México antes de regresar a su país y ser
condecorado por sus servicios.
Frida es interrogada por la policía y
decide reunirse con su marido en EE.UU., donde dos meses después se
casan de nuevo, bajos las siguiente condiciones: 1) Ella se
mantendría financieramente independiente con la venta de sus cuadros 2)
Ella pagaría la mitad de los gastos de la casa y 3) no mantendrían
relaciones sexuales. Diego la echaba a faltar terriblemente y
aceptó voluntariamente los términos. Se casaron de nuevo el 8 de
Diciembre de 1940, el día del cumpleaños de Diego.La relación con Diego
es cada día más tormentosa. A comienzos de 1940, la pareja se divorcia,
aunque continúa apareciendo juntos en público. En mayo, cuando se
produce el primer intento de asesinato de Trotsky, Rivera se refugia en
San Francisco, Estados Unidos, huyendo de los rumores que lo implican:
se dice que prestó el camión en el que se trasladaron los agresores,
pero nunca fue probado; más tarde se atribuyó esta colaboración a su
amigo, el muralista David Siqueiros. Lo que es sabido es que a las
diferencias personales entre él y el ruso ahora suman otras mas hondas,
de tipo político.
Durante 1940 Frida participó en
muchas exposiciones colectivas en México y USA.En la primavera de 1953
la Galería de Arte Contemporáneo de esta misma ciudad le organizó, por
primera vez, una importante exposición. La salud de Frida era muy mala
por entonces y los médicos le prohibieron el asistir a la misma. Minutos
después de que todos los invitados se encontraran en el interior de la
galería se empezaron a oír sirenas desde el exterior.
La muchedumbre enloquecida se dirigió al
exterior, allí estaba una ambulancia acompañada de una escolta en
motocicleta. Frida Kahlo había sido llevada a su exposición en una cama
de hospital. Los fotógrafos y los periodistas se quedaron impresionados.
Ella fue colocada en el centro de la galería. La multitud fue a
saludarla. Frida contó chistes, cantó y bebió la tarde entera. La
exhibición había sido un rotundo éxito.
Sus pinturas reflejan los duros momentos que ha pasado en su vida y eran tan “fuerte”, que parecían surrealista: “Creían que yo era surrealista, pero nunca lo fui. Nunca pinté sueños, sólo pinté mi propia realidad..”
Murió de neumonía en Coyoacán el 13 de
julio de 1954. No se realizó ninguna autopsia. Fue velada en el Palacio
de Bellas Artes de la Ciudad de México y su féretro fue cubierto con la
bandera del Partido Comunista mexicano, un hecho que fue muy criticado
por toda la prensa nacional. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas las
alberga la Casa Azul de Coyoacán, lugar que la vio nacer.
En su diario la última frase, porque las dudas: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”
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